Martín Rodríguez Pellecer /

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–¿Cuántos empresarios participaban?

–Yo diría que éramos como 70 aviones con empre-
sarios volando. Algunos tenían pilotos porque ellos 
no volaban. Había gente que decía, yo no vuelo pero 
ahí está mi avión. Había muchos pilotos. Pero no era 
una Reserva Aérea identificada con el sector privado. 
Muchos agarraron sus cosas y se fueron a vivir a Mi-
ami, como lo hicieron muchos empresarios de El Sal-
vador. En la Reserva Aérea vas a encontrar personas 
del sector privado que se preocuparon por la situación 
que estaba viviendo el país. Te voy a decir algo, yo, 
personalmente, apoyé al ejército porque sabía que el 
ejército estaba librando una lucha por nosotros, los 
guatemaltecos, y todos los guatemaltecos deberíamos 
haberlo apoyado. En una oportunidad hicimos un des-
file de toda la aviación nacional, en tiempos de Lucas, 
dándole apoyo al ejército. Con avionetas del sector 
privado hicimos un círculo que salía del aeropuerto al 
parque central dando vueltas y nunca se rompía, avión 
con avión. Unos 80 aviones y 20 o 30 helicópteros, to-
dos apoyando al gobierno y al ejército. Porque el ejér-
cito realmente libró una batalla contra todo.

–El mayor Díaz afirma en su libro que lanzaron bom-
bas.

–Yo no ví a ningún empresario lanzarlas. Lo que te 
puedo decir con claridad es que si el sector privado 
apoyaba al ejército era porque el ejército estaba cum-
pliendo con un mandato constitucional. Querían to-
mar el poder (las guerrillas) y si uno ve las elecciones, 
simpatía hacia el izquierdismo no existe. Siento que 
nos fijamos demasiado en el pasado cuando estamos 
viviendo el presente. Hay un dicho que es que es para 
que no se vuelva a repetir, pero esto no se va a volver 
a repetir siempre y cuando no venga un grupo de apr-
ovechados a querer aprovecharse del que ha trabajado 
y ha llevado una vida ordenada.