Martín Rodríguez Pellecer /

46

testigo de una masacre en la que hubo partici-
pación de aeronaves civiles. Se trata de la segunda 
masacre de Cuarto Pueblo, Quiché, el 14 de marzo 
de 1982, en la que murieron 380 personas. 

“ En los setentas nosotros en las cooperativas 
vendíamos cardamomo y venían pilotos de fincas 
a comprárnoslo. Por eso fue que ese 14 de marzo, 
que era día de mercado, cuando vimos sobrevolar 
el área un helicóptero blanco y azul, civil, todos 
nos alegramos. Pero sólo nos estaba vigilando. A 
los 15 minutos llegó el ejército y empezó a bom-
bardear y masacrar gente”, recuerda. 

Entre quienes pilotearon las aeronaves, Héctor Fer-
nando Castillo Herrarte, empresario algodonero 
que participó también en la Cámara del Agro, ac-
cedió a conversar. La Cámara del Agro, cuyos agre-
miados se trasladaban en avionetas y helicópteros 
a sus fincas, tenían las visiones más conservadoras 
sobre el país y fueron el principal respaldo del ejér-
cito en esta batalla.

Castillo Herrarte niega haber visto a algún empre-
sario haber lanzado bombas desde sus avionetas.

–El mayor Gustavo Díaz escribió que en 1982 la 
Fuerza Aérea de Reserva inclinó la balanza a favor 
del ejército. ¿Cómo surgió?

–Te cuento. La Reserva de la Fuerza Aérea es un 
comando especial que existía de la época de la Lib-
eración (1954), cuando se decidió que pilotos civi-
les volaran aviones militares. Fue así como algunos 
pilotos volaron aviones militares y nunca particip-
aron en operaciones (en los cincuenta), pero reci-