Martín Rodríguez Pellecer /
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tavo Anzueto Vielman invitaron a pilotos civiles
a incorporarse al esfuerzo de guerra. En ciertos
momentos incluso participaron en acciones de
combate, en ataques a campamentos subversivos o
bombardeos a los campamentos.
–Con el lanzamiento de bombas, como usted es-
cribió en su libro.
–Claro, usando tecnología arcaica, pero al fin y al
cabo efectiva. Utilizando minas antitanque de la
Segunda Guerra Mundial. Ahí le habían adaptado
algunos dispositivos de tiempo, una mecha, y se
lanzaban desde el aire. Eran cosas muy rudimen-
tarias, pero eran útiles. Pero yo diría que el mayor
esfuerzo de los pilotos de la Reserva Aérea consis-
tió en apoyar el aspecto moral.
–¿Cómo así moral?
–Incide en los combatientes ver morir a la gente
sin apoyo médico, siempre golpea. Por eso es parte
de la táctica guerrillera golpear e irse, porque lo-
gran un estado moral, anímico, duro en las tropas,
porque saben que siempre están expuestos. Pero
una cosa era estar expuesto y saber que lo iban a
rescatar (aviones) y otra era sólo estar expuesto.
También la parte logística, transportar abastec-
imientos, personal que tenía que llegar o salir de
las áreas de operaciones.
–¿Por qué fue determinante?
–Porque cuando no teníamos aviones ni he-
licópteros, ellos estaban ahí. Ellos ponían la aero-
nave, a veces el combustible. Hay una serie de fac-
tores alrededor de eso. Ante todo saber que se tiene
la capacidad de hacer algo que se necesita. Hubo
una operación entre 1981 y 1982 cuando se recu-