/ Los militares y la élite, la alianza que ganó la guerra
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la Reserva Aérea, constituida por pilotos civiles que
aportaban su tiempo y sus aeronaves en apoyo de
las operaciones militares. (…) El segundo fueron el
retorno a filas de miles de reservistas”.
Díaz López es un representante institucional del
ejército durante el último cuarto de siglo. Se graduó
de la Escuela Politécnica en 1970, fue oficial en la
dirección de Inteligencia del Estado Mayor de la
Defensa Nacional, director de la escuela de Inteli-
gencia, jefe de la sección de Operaciones Psicológi-
cas del Ejército, oficial del Estado Mayor de la Base
Militar de Tropas Paracaidistas, cofundador de las
Unidades de Asuntos Civiles del Ejército, miembro
de la comisión redactora del capítulo sobre el ejér-
cito en la Constitución de 1984, delegado con rango
de embajador ante la Asamblea General de la ONU
en 1986 y representante militar ante el Grupo Con-
tadora para la Paz en Centroamérica. También fue
director general de Caminos y cuenta con varias
condecoraciones militares. En 1989 fue uno de los
militares que intentó derrocar a Vinicio Cerezo y
en 1992 fue nombrado por Ramiro de León Carpio
como gerente de Guatel. Tiene estudios de ciencias
políticas en la UFM. En 2013, hizo una “consultoría
militar” para la defensa sobre las “falaces acusacio-
nes del MP en el juicio contra Ríos Montt y Rodrí-
guez Sánchez”.
En 1996, la Asociación de Amigos del País, muy
cercana a la élite empresarial, ya había afirmado
en Historia General de Guatemala que “La Fuerza
Aérea estaba prácticamente inutilizada por carecer
de repuestos. Tal deficiencia se resolvió parcial-
mente con las reservas de la entidad civil del Aero-
club. En efecto, en 1983 operaban solamente seis
helicópteros militares”, publicaron en la página 126
del tomo VI.