RITA VILLAMAR , ISABEL GARCÉS

PERSPECTIVAS, PROPUESTAS DE INVESTIGACIÓN EN PSICOLOGÍA

: 43-64, 2016

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2. AGRESIVIDAD

2.1. Definición de agresividad

Twase y Quin (2009) afirman que la agresividad es una conducta social compleja 

con múltiples causas. La agresión se refiere a la conducta que tiene como 

intención causar daño o lastimar a otro miembro de la misma especie. En los 

humanos puede ser una agresión física, mental o verbal. Esto incluye conductas 

hostiles, agresividad afectiva o una agresividad orientada en metas. La agresión 

puede ser clasificada en dos formas: como agresión proactiva, que tiene como 

meta una ganancia o como agresividad reactiva, que se da en respuesta a la 

percepción de amenaza. 

2.2. Tipos de agresión en la adolescencia

La agresión en la adolescencia, ya sea proactiva o reactiva, según Twase y 

Quin (2009), tiene como característica las conductas de amenazar a los demás, 

golpear, empezar peleas físicas, ser vengativo, perder el temperamento, excluir 

a los demás, comenzar rumores sobre otros, robar y actuar con ira. Algunos 

autores hablan de otro tipo de agresividad, la pasiva. Esta se caracteriza por 

ser una agresión hacia adentro. Los adolescentes muestran la frustración 

retirándose a un mundo de fantasía, donde evaden la realidad. Esto puede 

manifestarse, además, a través de conductas de automutilación, consumo de 

drogas o alcohol en exceso y el aislamiento de los pares.

2.3. Consecuencias del comportamiento pasivo-agresivo en la adolescencia 

Twase y Quin (2009) y Train (2011) mencionan como consecuencias del 

comportamiento agresivo en la adolescencia, el rendimiento académico bajo, 

habilidades sociales inadecuadas, exclusión por los pares, suicidio, automutilación; 

consumo de drogas o de alcohol en exceso y conductas de riesgo, como robos 

y asaltos.

3. EQUINOTERAPIA

La equinoterapia es un método de tratamiento complementario que utiliza 

el movimiento cíclico del paso del caballo, la temperatura y las oscilaciones 

tridimensionales para crear una terapia de relajación (Woodcock, Ortiz, Bravo, 

Meza, & Rondón, 2008). Se ha demostrado que da buenos resultados para 

corregir problemas de conducta, disminuir la ansiedad, fomentar la confianza, 

favorecer la concentración y mejorar la autoestima.