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Instituto de Agricultura, Recursos Naturales y Ambiente (IARNA)
Universidad Rafael Landívar (URL)
Perfil Ambiental de Guatemala 2008-2009: las señales ambientales críticas
y su relación con el desarrollo
Si bien el monitoreo de la calidad de agua en sistemas fluviales y lacustres en el país no obedece a un
esfuerzo interinstitucional coordinado y con fines comunes, algunos estudios dan cuenta del estado de
los principales cuerpos de agua del país. Un estudio realizado por la Universidad del Valle de Guatemala
(UVG, 2003) evalúa la calidad de agua del lago de Atitlán en función de varios parámetros medidos en
diferentes puntos del lago. De acuerdo a este estudio, el agua del lago puede considerarse limpia en la
mayor parte de su extensión. En la cercanía de centros poblados, sin embargo, se registran evidencias de
actividades humanas en la forma de signos de eutroficación y de aumento en la presencia de bacterias
coliformes totales y coliformes fecales.
El lago de Amatitlán y varios ríos tributarios del Motagua son de los cuerpos de agua del país con mayor
presión debida a actividades humanas. La expansión del área urbana de la ciudad de Guatemala y el
crecimiento de actividades industriales en su cuenca han contribuido al deterioro de este lago. Cuerpos
de agua no contaminados deberían presentar valores de DBO
5
–demanda bioquímica de oxígeno– de 2
mg/l o menos; y en un cuerpo de agua receptor de aguas residuales este valor podría llegar a 10 mg/l. En
el caso del lago de Amatitlán (ver Cuadro 22), los valores de DBO
5
son especialmente altos en el punto
de muestreo cercano a la desembocadura del río Villalobos, en el cual los valores alcanzaron 86.6 mg/l y
78.66 mg/l en la época lluviosa de 2006 y 2007, respectivamente. Este resultado se explica a partir de la
continua descarga de aguas residuales con altos niveles de contaminación orgánica que reciben varios
ríos tributarios del río Villalobos (El Molino, Pinula, Las Minas, y otros) a su paso por áreas de crecimiento
urbano e industrial. Si se comparan los valores de DQO y DBO
5
obtenidos en la desembocadura del río
Villalobos con los presentados en el Cuadro 21, se puede observar que éstos están relativamente cerca a
los rangos medios de aguas residuales urbanas para estos factores.
Mayorga (2009) presenta algunos resultados acerca de la toxicidad y el potencial eutroficante para algu-
nos cuerpos de agua del país, utilizando bioensayos. En términos generales fueron pocos los puntos que
mostraron toxicidad y, usualmente, fue leve. No obstante, el estudio concluye que el potencial de eutrofi-
cación parece ser la principal amenaza para los cuerpos evaluados. Este está relacionado sobre todo a
la presencia de compuestos que favorecen el crecimiento de las algas en los cursos de agua, tales como
nutrientes y materia orgánica.
Punto de control
Demanda
química de
oxígeno-DQO-
mg/ l
Demanda
bioquímica de
oxígeno -DBO
5
-
mg/l
Fósforo
total
-PT-
mg/l
Nitrógeno
total
NT
mg/l
2006
2007
2006
2007
2006
2007
2006
2007
Lado este
28.47
28.0011.82
5.33
1.37
0.363
3.05
2.00
Lado oeste
42.91
40.0010.00
9.00
0.38
0.20
2.62
3.02
Desembocadura Río Villalobos
98.93
78.83
86.6
78.66
2.95
0.50
7.83
3.37
Bahía Playa de Oro
12.36
31.68
5.83
7.35
0.44
0.15
3.4
2.08
Río Michatoya
33.12
50.58
11.3
10.12
1.11
0.37
2.82
3.41
Recuadro 14
Calidad del agua en ríos y lagos
Cuadro 22
Concentraciones y cargas contaminantes en distintos puntos del
Lago de Amatitlán (época lluviosa 2006 y 2007)
Fuente: Elaboración propia, 2009.
Fuente: Tomado de INE, 2009.