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Revista Eutopía, año 2, núm. 3, enero-junio 2017, pp. 43-102
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las costas del océano Pacífico. Hay indicios sobre la elaboración de joyas
y adornos. No hay indicios de utilización de metales con fines prácticos,
como armas de guerra.
Al final del período Posclásico, la relación sociedad-naturaleza era de un
relativo equilibrio, en el que los seres humanos tenían respeto y temor de la
naturaleza, probablemente por las experiencias de los períodos anteriores,
pero no tenían conocimiento científico sobre sus interacciones.
Así concluyó el gran proceso prehispánico maya desde el año 2000 a. C.
hasta el 1500 de nuestra era, que significa un mínimo de 3500 años de
desarrollo cultural e interacción con la naturaleza, hasta que interviene el
proceso de conquista y colonización española, en 1524.
7. Reflexiones finales
La interacción de las sociedades prehispánicas con su sistema natural
cambió en el tiempo conforme se modificaron las características sociales,
principalmente el crecimiento poblacional, la organización social, el área
cultivada y la intensidad en las construcciones.
Los asentamientos con grandes cambios culturales ocurrieron en El
Mirador y Petén. Los primeros pobladores se establecieron en bosques
hace aproximadamente 3000 años, mientras que en las partes bajas había
lagunas (actualmente bajos) con diversidad biológica y buenas condiciones
para vivir. Al principio, con poca población, construcciones sencillas y
agricultura primitiva, no ejercieron significativo impacto ambiental en los
sistemas naturales. La relación sociedad-naturaleza era de equilibrio.
Durante el Preclásico Tardío (300 a. C.-150 d. C.), con estructuras de
hasta 48 metros de altura, y alta densidad poblacional, se intensificó el área
para vivienda y para agricultura, generando erosión y residuos domésticos
que contaminaron y aceleraron procesos de sucesión ecológica en las
lagunas, transformándolas en pantanos. El ambiente natural se deterioró,
desapareció el agua, la flora y la fauna propia de las lagunas, influyendo en
el colapso y abandono de los sitios. En ese momento, la relación sociedad-
naturaleza era antagónica.