89

Revista Eutopía, año 2, núm. 3, enero-junio 2017, pp. 43-102

C

ésar

 C

astañeda

 s

alguero

I

nteraCCIón

 

soCIedad

-

naturaleza

 

en

 

la

 g

uatemala

 

prehIspánICa

Las prácticas religiosas ligadas a la vida cotidiana incrementaron el culto 
a la naturaleza en la montaña, los campos de cultivo, ríos y lagos. Se 
perdieron algunos conocimientos, especialmente el astronómico, pero, 
junto al bienestar de la población, se preservaron y enriquecieron los 
sistemas agrícolas y los fundamentos civilizatorios, como el calendario 
ritual o adivinatorio (de 200 días), así como el calendario de 400 días. Los 
períodos de preparación de la tierra y la cosecha del maíz eran solemnes, 
como aún se observa en algunas comunidades indígenas

96

.

Eran previsores. En las tierras del común, el sistema social tenía la 
capacidad para producir excedentes que se utilizaban para resolver 
necesidades generadas por calamidades públicas y para sus grandes fiestas 
con la participación de labriegos, practicando bailes y otras manifestaciones 
artísticas. Utilizaban varios instrumentos, entre ellos, trompetas largas y 
delgadas de palos huecos, tambores de distintas formas, instrumentos 
hechos de conchas de tortugas, silbatos hechos con huesos y cuernos de 
venados y caracoles grandes, y flautas de caña

97

.

Generalmente, las paredes de sus casas las construían utilizando tablas 
labradas con hacha y varas de distintas especies. En algunos poblados, 
como Santiago Atitlán, empleaban otros materiales como piedra; los 
techos se hacían de paja o de diferentes palmas. Las fuentes de sal para las 
distintas agrupaciones eran fundamentalmente de las minas de San Mateo 
Ixtatán (Huehuetenango), Sacapulas (Quiché) y Salinas Nueve Cerros (Alta 
Verapaz). También extraían sal de los esteros del océano Pacífico. 

Tenían leyes o normas, algunas específicas para cada grupo étnico, que 
regulaban el respeto a dioses, ritos y a los semejantes. Algunas faltas, 
como el irrespeto a sus dioses y ritos, el acostarse con mujer ajena o con 
familiares de primero a cuarto grado de consanguinidad, o robos graves, 
eran penadas con la muerte

98

.

En Petén, los mayas del Clásico tenían calzadas y caminos que se 
comunicaban entre sí y con otras ciudades más lejanas como Quiriguá 

96 Castañeda Salguero, Sistemas lacustres, 99.

97 Diego de Landa, Relación de las cosas de Yucatán (México: Editorial Dante, 1975), 44.

98 ibid., 60.