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Revista Eutopía, año 2, núm. 3, enero-junio 2017, pp. 43-102

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4.3 Sistema social

Hacia el año 1500 a. C., el sistema social de los primeros asentamientos 
mayas del área natural y cultural El Mirador era distinto del que tuvo 
al final, hacia el año 150, cuando luego de varios siglos de actividad su 
población y las grandes construcciones se habían multiplicado.

Entre sus primeras manifestaciones eran importantes la organización 
social, los rasgos lingüísticos definidos y la cerámica. La organización social 
se basaba en el trabajo comunal, cuya conducción quizás estaba en manos 
de un anciano de prestigio entre la comunidad. Sus prácticas religiosas se 
encontraban ligadas a explicaciones míticas de los fenómenos naturales más 
próximos, como el ciclo de vida y la lluvia; las ceremonias eran modestos 
rituales dedicados a la fertilidad y a la agricultura. La economía era muy 
simple, ya que la producción dependía de los requerimientos familiares. 
La división social del trabajo empezó con el incremento de las fuerzas 
productivas en función del excedente que las cosechas proporcionaban, 
permitiendo no solo la ampliación y diversificación laboral, sino que la 
población se diferenciara en clases sociales

30

.

Cuello, en el norte de Belice, cerca de Orange Walk, es la aldea en que 
mejor se han documentado las etapas más tempranas de la civilización 
maya de las tierras bajas, gracias a que en la plataforma 34 se encontró la 
secuencia estratigráfica de su evolución arquitectónica. Hacia el año 1200 
a. C., los primeros pobladores construyeron sus viviendas con materiales 
de corta duración (madera y paja); posteriormente, en el año 900 a. C., lo 
hicieron con paredes de estacas y con una fina capa de encalado con piedra 
picada en el piso; y en el 400 de nuestra era, con paredes de bajareque y 
techos de palma

31

. En tumbas encontradas en dicho sitio se han hallado 

objetos sencillos de jade, sin decoración, fechados entre los años 1200 y 
900 a. C. Hay numerosos hallazgos en Caal Pech, Belice, presentados en 
una tesis doctoral, con patrones parecidos a los encontrados en Coello

32

que requieren un análisis más amplio, lo cual aquí no se hace por las 

30 Richard Hansen, «The Maya rediscovered: The road to Nakbe», Natural History 5, núm. 91 

(1991): 4.

31 Hammond, «Los orígenes de la cultura maya», 36. 

32 Jaime José Awe, Dawn in the land between the rivers: formative occupation at Cahal Pech, Belize, and its 

implications for Preclassic Development in the maya lowlands (Londres: University of London, 1992), 410.