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Revista Eutopía, año 2, núm. 3, enero-junio 2017, pp. 215-228

dificil. Recordaras que me se acuso de falta de definicion cuando se discutia la ley 
de Reforma Agraria. No he sido –y esto lo saben bien en Guatemala –militante de 
ningun grupo, ni me he inclinado a ninguna ideologia de reciente acuñacion. La 
mia, profundamente democratica, es lineal, patriotica, nacionalista e individualista. 
Podria calificarseme de democrata progresista, o de neo-liberal, si tu quieres. Creo 
que los dos estamos en el mismo plano politico, salvo error u omision... Alguna 
vez nos declaramos democratas socialistas, quizas la etiqueta mas adecuada. 

 

Como es natural, nuestra vida en Rio se complico bastante. Tu sabes –

creo habertelo dicho –que este medio esta dominado en lo economico, politico y 
social por la influencia norteamericana. La Embajada de los Estados Unidos tiene 
los hilos de muchas cosas y domina en varios sectores, especialmente el de la 
prensa. Ante los incesantes y virulentos ataques al Gobierno de Arbenz, tuve que 
reaccionar como correspondia, haciendo la defensa del regimen. Creo que era mi 
deber. Sin embargo, la atmosfera se fue enrarciendo poco a poco, hasta hacerse 
demasiado molesta. Ello nos obligo a no participar en la vida diplomatica, como 
la habiamos venido haciendo. Los colegas latino-americanos, con dos honrosas 
excepciones, nos ignoraron y nos ignoran todavia. No obstante la amistad que 
nos unia a algunos, no recibimos la menor atencion personal cuando temiamos 
por la seguridad de los nuestros ante la amenaza de los bombardeos sobre 
Guatemala. Me habria explicado, desde luego, la falta de solidaridad hacia un 
regimen calificado de comunista, pero no la de cortesia hacia un colega y amigo. 
Hemos sufrido muchisimas decepciones en este sentido. Por otro lado, la muerte 
inesperada de Eduardo, hermano al que me unian vinculos mas estrechos que 
con los demas, contribuyo a acentuar el asislamiento. Supongo que Manuel te 
habra dado esta dolorosa noticia. A proposito, se marcho a Guatemala, como me 
anunciaba en su ultima carta, o todavia esta en esa? Ha llovido sobre la milpa. 
Por todo esto, solo espero que se normalice la situacion politica alla para pedir 
mi traslado, porque no se puede continuar en un pais en donde las relaciones 
humanas cuentan muy poco, fuera de otras cosas que no hacen muy deseable 
una larga permanencia en esta “Cidade Maravilhosa”. Mientras puedo ser un poco 
menos “laconico” –que esta ya es casi un capitulo de un libro–, van los mejores 
recuerdos para tu familia y un apreton de manos de tu amigo de siempre,