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Revista Eutopía, año 2, núm. 3, enero-junio 2017, pp. 103-150
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2009-2016
la propuesta de una nueva política de desarrollo rural planteada por el
movimiento campesino.
1.3 Los vaivenes del modelo de acumulación y las políticas
hacia la economía campesina
Guatemala presenta una economía campesina sujeta a los vaivenes de
la producción agroexportadora, tal y como sucedió con la crisis en los
precios del café en 2001, cuando experimentó una fuerte pérdida de
fuentes de empleo. Asimismo, con las crisis que ha enfrentado producto
del desplazamiento producido por la expansión del agronegocio,
el encarecimiento de insumos agrícolas, el expolio a manos de los
intermediarios y, en los últimos años, por el cambio climático y su cauda
de sequías, exceso de lluvias y modificación en los patrones de las plagas.
Crisis que provocan un aumento en la desnutrición y hambruna, en vista
de la disminución o pérdida de la producción y el encarecimiento constante
de los alimentos cuando la economía campesina no los produce. Es decir,
la economía campesina se enfrenta al riesgo de desastres constantes, con
signos de resiliencia en algunos momentos y en determinados territorios,
pero con una tendencia constante a sucumbir.
En tanto, parte del modelo económico que la reproduce y que la aprovecha
sinérgicamente (como fuerza de trabajo barata o excedentaria que el
capital no explota pero le sirve para regular los precios del trabajo, por
ejemplo), la ha hecho objeto de asistencialismo de corto plazo, sujeta a
las cambiantes políticas gubernamentales y al clientelismo político. La
economía campesina ha carecido de políticas coherentes para satisfacer
las necesidades de tierra, financiamiento, apoyo técnico y facilitación de
mercados. También ha sido enfocada estrechamente con la categoría de
agricultura familiar, lo cual ha hecho que las escasas y paliativas acciones
se orienten a la unidad productiva mínima y no a las sinergias que presenta
la economía local en sus dimensiones campesina, comunitaria y territorial.
Asimismo, la raquítica política pública orientada hacia esta, se dirigió a
la aplicación de concepciones, dispositivos tecnológicos y relaciones que
fortalecen las dependencias al mercado internacional, a los agrotóxicos y a
su supeditación al agronegocio y al mercado de tierras, etc.