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Revista Eutopía, año 2, núm. 3, enero-junio 2017, pp. 103-150

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2009-2016

ocupaban el 12.7 %; en tanto el 2 % de los productores comerciales, cuyas 
unidades productivas podrían ser catalogadas como agronegocios que 
se orientan fundamentalmente al mercado internacional, acaparaban el 
65.4% de la superficie de las fincas censales, las cuales se caracterizan por 
ser las mejores tierras productivas de vocación agrícola del país

12

.

Con datos más recientes, el Instituto de Investigación y Proyección 
sobre Ambiente Natural y Sociedad (Iarna), de la Universidad Rafael 
Landívar (URL), informa que 164 mil familias, cuya actividad principal 
es la agricultura, no tienen tierra propia para cultivar; mientras 105 856 
familias producen para autosubsistir de los alimentos que cultivan, de 
otras actividades conexas que realizan y de lo poco que logran vender para 
agenciarse de algunos bienes y servicios; en tanto, 171 420 familias generan 
excedentes que venden en los mercados locales

13

. Lo anterior implica que 

la economía campesina –y la población rural vinculada a la agricultura 
familiar– se reproduce en condiciones de subsistencia y está imposibilitada 
para producir algún margen de acumulación de capital y menos aún para 
garantizar seguridad y soberanía alimentaria.

Esta estructura de tenencia de la tierra constituye un determinante de las 
condiciones de precariedad y subsistencia en que se desarrolla la economía 
campesina y la agricultura familiar. Esta situación se agrava siendo la 
consolidación del papel histórico de Guatemala, como país productor 
de materias primas para la exportación, dependiente de los vaivenes 
del mercado internacional y de las políticas productivas, comerciales y 

(45.2 % de productores). Secretaría de Asuntos Agrarios (SAA), Política agraria. Acuerdo gubernativo 

372-2014 (Guatemala: Presidencia de la República de Guatemala, SAA, 2014).

12 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Más allá del conflicto, luchas por el bienestar. 

Informe nacional de desarrollo humano 2015/2016 (Guatemala: PNUD, 2016), 179. Véase también 

Secretaría de Asuntos Agrarios, Política agraria, 12.

13 En esta misma fuente, el Iarna propone cuatro tipos de productores agrícolas a partir de variables 

sociales, económicas e institucionales. Según esta tipología, el primer tipo corresponde al 93 % 

de los productores (954 690) quienes poseen menos de 1.6 ha para cultivo, principalmente de 

maíz y frijol, la mayoría de los cuales tiende a arrendar tierra para complementar su producción y 

obtiene ingresos casi nulos por esta actividad. El segundo tipo incluye el 6.59 % de los productores 

agrícolas, quienes poseen entre 1.63 y 1.68 ha, los cuales se orientan a los mismos fines que el 

primer tipo, también arriendan tierra y dedican un porcentaje muy bajo de su producción a la venta 

en mercados locales; Iarna, Perfil del agro y la ruralidad de Guatemala 2014: situación actual y tendencias 

(Guatemala: Editorial Cara Parens-Universidad Rafael Landívar, IICA, 2015), 133- 134. Según el 

mismo Iarna, es la pequeña agricultura familiar la que aporta el 67 % de los granos básicos que se 

producen en el país; Iarna, Evaluación de la seguridad alimentaria y la agricultura en Guatemala: Diagnóstico 

y propuestas de acción (Guatemala: Iarna-Universidad Rafael Landívar, 2010).