295
J
ohn
h
olloway
E
s
hora
dE
aprEndEr
la
EspEranza
Revista Eutopía, año 1, núm. 2, julio-diciembre 2016, pp. 289-299, ISSN 2518-8674
nuestro concepto de la revolución? Este tema no fue desarrollado por
Bloch, quien vivía críticamente en el mundo de los partidos comunistas.
La idea de poner el mundo que no existe, el mundo que queremos crear,
en el centro de nuestra comprensión de la política anticapitalista ha estado
ganando fuerza en los últimos treinta o cuarenta años. Es la idea de que
una política radical tiene necesariamente que ser prefigurativa, que nuestras
acciones y formas de organización tienen que prefigurar la sociedad que
queremos crear. La idea está estrechamente asociada con el feminismo,
pero ha estado aceptada por muchos movimientos (el horizontalismo
como principio, por ejemplo).
Un ejemplo muy importante es el movimiento zapatista: aunque tiene un
ejército (el EZLN
2
) organizado de forma jerárquica, su impulso central
desde el principio (y cada vez más) ha sido la lucha por la dignidad, la
creación aquí y ahora de un mundo basado en el reconocimiento mutuo
de las dignidades. Ese es el principio central de sus sistemas de educación,
salud, justicia y organización política: resistimos-y-rebelamos, creando el
mundo que queremos.
13. Esto significa una asimetría fundamental respecto a la organización
capitalista. Nuestras formas de organización son necesariamente asimétricas
a las formas capitalistas: si no, estamos reproduciendo simplemente las
formas del mundo que rechazamos. Esto implica un rompimiento con
la tradición leninista que dominó mucho del pensamiento revolucionario
del siglo XX. En esa tradición se pensaba en la organización de manera
simétrica: adoptamos la forma de organización más eficiente para derrocar
la sociedad actual, sea un partido, sea un ejército y, luego, una vez cumplido
el objetivo, vamos a crear otras relaciones sociales. La organización se
entiende como un medio para obtener un fin: se adopta el instrumentalismo
característico del pensamiento burgués. Por otro lado, si colocamos la
esperanza en el centro, entonces la organización es la organización del
todavía-no, del mundo en latencia que existe en el modo de ser negado
y que es necesariamente una anticipación o prefiguración del mundo que
queremos crear. ¿Es eso suficiente? Los zapatistas sugieren que tal vez
2 Ejército Zapatista de Liberación Nacional.