248

U

niversidad

 r

afael

 l

andívar

v

icerrectoría

 

de

 i

nvestigación

 

y

 P

royección

Revista Eutopía, año 1, núm. 2, julio-diciembre 2016, pp. 247-257, ISSN 2518-8674 

en el enfoque de la economía neoclásica, esta actividad no asalariada queda 
clasificada como ocio.

De acuerdo con esta teoría, existe una relación inversa entre el nivel salarial 
y la preferencia por el tiempo de ocio, de manera que si aumenta el salario 
las personas prefieren sacrificar su tiempo de ocio a cambio de un mayor 
ingreso salarial, y al bajar el salario prefieren tener un mayor tiempo de 
ocio. Es decir, según esta teoría es justamente el tiempo de ocio (o de 
trabajo) que las personas (hogares) están dispuestas a sacrificar (ofrecer), 
la variable que posibilitará el ajuste inmediato entre la oferta y la demanda 
de fuerza de trabajo. Así, se «ignora» el hecho de que los seres humanos 
tienen que satisfacer un conjunto de necesidades mínimas para garantizar 
su subsistencia, por lo que ante una reducción en el precio de su fuerza de 
trabajo (salario) reaccionan ofreciendo más de su fuerza de trabajo, aunque 
reduzcan su tiempo de ocio.

Una de las metodologías que se han empleado para visibilizar las actividades 
en que las mujeres invierten su tiempo de «ocio» es la medición en el uso 
del tiempo al interior de los hogares, lo cual ha contribuido a evidenciar la 
división sexual del trabajo, derivada de los roles de género. En ese sentido, 
la investigación Programas sociales y la distribución en el uso del tiempo y la pobreza 
en los hogares
, realizada por Wilson Romero y Heydy López Lepe, en 2014, 
muestra las diferencias en el uso del tiempo entre mujeres y hombres, así 
como las construcciones de género que se realizan desde la sociedad y 
que son reproducidas al interior de los hogares. En el marco de dicha 
investigación, se hizo un estudio de caso del uso del tiempo de una mujer 
en su diario vivir, lo cual fue documentado con fotografías.

En el siguiente archivo se muestran distintas actividades al interior del 
hogar, las cuales evidencian la doble jornada de las mujeres

1

.

W

ilson

 R

omeRo

 A

lvARAdo

director del Instituto de Investigacióny Proyección

sobre Economía y Sociedad Plural (Idies)

Universidad Rafael Landívar

1 Para el estudio de caso y con el fin de no invadir la privacidad del hogar, las fotografías se 

hicieron en tres jornadas, la primera en la mañana, la segunda al medio día y una tercera en 

la tarde cuando la ama de casa dedicó su tiempo al trabajo a destajo. Dejamos constancia del 

agradecimiento a la familia por permitir fotografiar las distintas actividades reproductivas y el 

apoyo prestado para que esta documentación fuera posible.