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Revista Eutopía, año 1, núm. 2, julio-diciembre 2016, pp. 227-238, ISSN 2518-8674
le da más importancia a la iglesia (y su agencia organizacional)
que al individuo (y su libertad). Por lo tanto, me parece, le da
más importancia al poder que a la experiencia (del individuo).
Doy un ejemplo. ¿Cómo se explican las conversiones de
católicos a protestantes? Para explicarlas se puede responder
que dichos individuos buscan para su vida un sentido no
encontrado en la Iglesia católica. Sin embargo, esta no es una
explicación suficiente. Hace falta tomar en cuenta el poder de
la Iglesia neopentecostal explayado en sus campañas, de sus
medios de comunicación y del mero hecho de su crecimiento
numérico para explicar las conversiones. ¿Cuál de estos dos
factores interviene principalmente? Él diría que el segundo: el
poder de la Iglesia más que la experiencia del individuo. Más
el poder, que el sentido (el autor no da este ejemplo, lo doy yo,
con el peligro de no interpretarlo bien).
Para hacerle un comentario al autor hay que conocer algunas
de sus publicaciones. Yo no las conozco. Positivamente, ya lo
he insinuado, su amplitud para entender la pentecostalización,
comparando dos casos de contraste y arrojando datos que no
solamente se refieren al individuo, sino también a la Iglesia y
a la sociedad, viendo su modelo no solo en un momento, sino
en la evolución de etapas y teniendo en cuenta la globalización.
Puntualmente, me han parecido importantes su crítica al
concepto de mercado religioso, su explicación del crecimiento
eclesial con ocho factores y su enfoque, como ya dije, en la
Iglesia sobre la experiencia. Las conclusiones sobre Chile y
Paraguay, aunque me parecen desordenadas y tal vez escritas
a la carrera, son ricas en muchos puntos comparables con
Guatemala, como el efecto de la urbanización, de los períodos
de agitación política, del empoderamiento que da la experiencia
del Espíritu Santo… en el crecimiento pentecostal. También la
importancia de las generaciones más jóvenes para el futuro del
protestantismo tradicional.