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Revista Eutopía, año 1, núm. 2, julio-diciembre 2016, pp. 227-238, ISSN 2518-8674 

puede encontrarse en el pentecostalismo y en la espiritualidad 
maya, para ver luego su desviación y manipulación

6

. El 

discernimiento no es solo un método de espiritualidad, sino 
de análisis, creemos. No hay estudios religiosos que de verdad 
aporten a la transformación del mundo hacia la justicia sin un 
ancla de valoración.

El tema del financiamiento, especialmente en el momento que 
vivimos de explosión pentecostal, es un tema de investigación 
no solamente para evitar la invasión de la fe en el campo de la 
ciencia y de la razón, sino para desenmascarar su utilización 
en la promoción mundial de modelos de sociedad colonialista.

El campo de la espiritualidad maya, abierta al pentecostalismo 
o resistente al mismo, es un campo fecundo de reflexión, ya sea 
en su disolución galopante por la invasión de la modernidad, ya 
sea en la revitalización de su hilo animista. Nos puede acercar 
a la subversión del paradigma occidental del monoteísmo, tal 
como estrechamente se le ha entendido. Nada más monoteísta 
que el Popol Vuh (Wuqub’ Qak’ix), pero también nada más 
unido a la naturaleza y al cosmos que la espiritualidad maya 
de los antepasados. La experiencia animista es un reflejo de la 
experiencia mística. Tal vez por eso ahora se esté resucitando 
al viejo Tylor en la antropología

7

.

La Revista Sendas es publicada por el Instituto de Investigación 
y Proyección sobre Diversidad Sociocultural e Intercultural 
(ILI). Puede adquirirse en la editorial Cara Parens de la URL y 
en la sede del ILI.

6 Ignacio de Loyola en sus Ejercicios Espirituales (333) aconseja discernir la 

evolución de los pensamientos. Discernimiento, me parece, aplicable a la 

investigación, sin que necesariamente la fe suplante a la razón.

7 Para que no piensen los lectores católicos que estoy en herejía, recuerden al papa 

Francisco en Laudato Si’ (234) que cita el verso de san Juan de la Cruz: «Estas 

montañas es mi Amado para mí». No se trata de una metáfora, sino de una cuasi 

identidad (racional y afectiva) con el Amado. También, para la apertura frente 

al pentecostalismo, que Francisco pidió perdón a los evangélicos pentecostales 

que durante el fascismo fueron perseguidos por católicos. En la visita a Caserta, 

sur de Italia, el 28 de julio de 2014.