237
Revista Eutopía, año 1, núm. 2, julio-diciembre 2016, pp. 227-238, ISSN 2518-8674
R
icaRdo
F
alla
, S. J.
R
eSeña
SobRe
R
eviSta
S
endaS
,
año
3,
vol
. 3, 2015
Hay muchas cosas que se pueden discutir del artículo. Ya dije
una, su falta de unidad y la complicación en algunas páginas.
Por el título se pensaría que el animismo y el concepto de
anima’ o alma es el foco que le da unidad. Pero como ya dije, el
peso del artículo es Foucault y la religión.
También, al comparar la teoría de Foucault con la teoría del
nuevo animismo, hay un desnivel grande, porque la teoría del
nuevo animismo dudo que se pueda llamar teoría. Es más
un sistema religioso. Y los teóricos del animismo no tienen
la fuerza explicativa, al menos no se ve en el artículo, que la
teoría de Foucault. La prueba es que en la segunda parte del
artículo el autor se olvida del animismo y sigue con Foucault.
Y al batallar con la capacidad de empoderamiento del proceso
de subjetivación, nos deja sin tratar cómo estos dos aspectos,
el negativo de sujetamiento y el positivo de empoderamiento,
se relacionan entre sí, y cómo se puede pasar de uno al otro,
por ejemplo, en el caso de la conversión de creencias. Con
el concepto de redes apunta a una explicación, pero no la
desarrolla. Con lo cual nos deja con la duda si no cae en el
determinismo que le acusan a Foucault. No muestra cómo
su teoría es capaz de explicar el cambio social y el cambio de
creencias.
En resumen, felicitar a la URL por la Revista Sendas. Ojalá
no muera. Ojalá se fortalezca la investigación sobre el hecho
religioso, especialmente desde la experiencia espiritual. Si la
URL es, como dijimos, tatataranieta de un místico, es bueno
que despliegue esa virtualidad siempre escondida.
Pero también Ignacio era un gran organizador. Es bueno seguir
apostando en la URL por unir el estudio de la experiencia
espiritual (que además ofrece un nexo para la teología) con la
dimensión de iglesia, su compromiso con la justicia y con los
pobres y su impacto político. No disociar una cosa de la otra,
como bien lo apunta en su modelo Henri Gooren. Puede ser
muy útil seguirle la pista a la experiencia espiritual auténtica, que