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Revista Eutopía, año 1, núm. 2, julio-diciembre 2016, pp. 219-226, ISSN 2518-8674
Esta subperiodización está pensada en función de los
momentos, podríamos decir, de orden y de desorden. Del
orden construido en torno a la figura de un caudillo-dictador,
y del desorden caracterizado por los periodos de desequilibrio,
desajuste, negociación y forcejeo entre los sectores sociales
hasta la consolidación de un nuevo caudillo. Así Sarazúa va
mostrando que a lo largo de estos años, de 1871 a 1944, se
consolidó no solo la matriz económica del país, sino que se
enraizaron las bases del régimen político moderno. No hace solo
referencia –ni principalmente– a su forma institucional, sino a
la constante contradicción entre construir institucionalidad o
mantener el orden a como dé lugar. Dicho de otro modo, a
la contradicción entre un ejercicio del poder con contrapesos
y procesos institucionales o un poder ejercido a partir de la
violencia combinada con un entramado de arreglos, acomodos
y prebendas entre élites internacionales, nacionales, regionales
y locales. ¿Cómo se gobierna a la población de un mosaico
territorial tan diverso y desigual? Esta es una de sus interrogantes
principales. Y explica que la política caudillista –que articula la
violencia y las alianzas/lealtades entre las élites en diferentes
escalas– fue entonces la manera de establecer el orden y de
resolver las múltiples tensiones y disputas.
¿Cómo esta forma de gobernar a la población y el territorio
impactó la formación del Estado? Es otra de las interrogantes
centrales que sugiere el capítulo. Sarazúa deja ver que la
institucionalidad estatal fue corroída y mermada por el
caudillismo y su amplia red de dependencias y lealtades. De
la mano con estas redes se perfiló y perfeccionó el diseño
de sistemas de vigilancia política en diferentes escalas y la
construcción de un cuerpo policial para el control de la
población, sobre todo ante el surgimiento de los movimientos
sociales y políticos urbanos en el siglo XX. Esta lógica
puso también límites a la formación de un cuerpo militar
profesionalizado.