199
E
l
concEpto
dE
rEvolución
En
la
B
iografía
dE
t
urcios
l
ima
,
dE
r
icardo
r
amírEz
s
Ergio
p
alEncia
f
rEnEr
Revista Eutopía, año 1, núm. 2, julio-diciembre 2016, pp. 181-202, ISSN 2518-8674
con su equívoco símil, ladinos e indios. Tal fue el logro de 1944-1954,
si bien se dimensionó cómo dicho movimiento no consolidó un ethos de
defensa revolucionario. Dicho de otra manera, el vínculo común de lucha
aún no se había consolidado. La nacionalización revolucionaria –tanto en
las experiencias de 1944-1954 como de 1962-1968– conllevaron un proceso
de múltiples encuentros y experiencias, allí donde la lucha particular
entraba en un cauce que, para ese momento histórico, era la vanguardia. La
reforma agraria era la manera concreta de plantear la lucha antidictatorial
y la transformación del Estado. Sin embargo, la misma práctica de la
lucha y de la nueva organización entraba en contradicciones. La biografía
escrita por Ramírez muestra en él mismo las tensiones entre una visión
homogeneizante de la nación y otra de confluencia revolucionaria. Al
respecto podemos citar cómo entiende la situación a la cual ha sido llevada
la población indígena en la sociedad clasista:
Los indígenas prefirieron defender los restos inertes de su identidad comunal y cultural y,
de cierta manera, aceptaron el confinamiento a que los europeos los condenaron: las tierras
improductivas de las laderas y barrancos volcánicos, los grandes latifundios
feudales casi ociosos y sus aledaños, donde las condiciones hacían impracticable la
producción agrícola siquiera en escala media; obligada la dispersión en pequeños
grupos y comunidades; estática la relación comercial en escala considerable, forzado
el estancamiento del desarrollo lingüístico, perpetuándose así el uso de múltiples dialectos
(veintidós por lo menos) incompletos e imperfectos, por lo tanto, la continuación del
proceso de formación nacional en la gran masa de los guatemaltecos, que aún hoy,
no obstante el mestizaje y la ladinización, constituye el 53% del total de la población
del país. Los dueños legítimos de la patria quedaron así relegados a determinadas zonas
geográficas del altiplano y la sierra, dividido en veintidós derivaciones culturales, pero
a su vez diseminados en pequeñas comunidades sin vinculación mayor entre sí
41
.
El punto en común es que Ramírez aquí solo percibe a los indígenas como
dominados. En esto comparte las conclusiones del historiador Severo
Martínez Peláez, en su momento también del PGT42. Su visión es la de un
pensador de lo nacional, no de la forma organizativa comunal, ni siquiera de
un análisis más minucioso de la producción de valores de uso. La aseveración
41 Ramírez, «Turcios Lima», 84. Las cursivas son mías.
42 Severo Martínez Peláez, La patria del criollo. Ensayo de interpretación de la realidad colonial guatemalteca
(México: FCE, 2003); «¿Qué es el indio?», Revista Alero USAC, núm. 1, tercera época (1973): 36-
46. Elaboró un análisis detenido del posicionamiento de Severo Martínez y Guzmán-Böckler en
Sergio Palencia, Racismo, capital y Estado en Guatemala. Análisis de las relaciones de poder desde la teoría
crítica (Guatemala: IEH-URL, 2013).