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Revista Eutopía, año 1, núm. 2, julio-diciembre 2016, pp. 113-180, ISSN 2518-8674
argumentó que la población indígena en el nuevo mundo, en 1491, era de
entre 90 y 112 millones de personas. Otra forma de decir lo mismo es que
cuando Colón partió en su barco, más personas vivían en el continente
americano que en Europa
94
.
Es decir, aquellos pueblos indígenas que se han organizado y han renovado
y retomado sus cosmologías; cosmologías que niegan una separación
entre la naturaleza-no-humana y la-naturaleza humana pudieron combinar
–siempre con excepciones– una civilización urbana con una cultura
armónica en su cosmología con la naturaleza. La colonización fue el modus
operandi de la ruptura metabólica que puso a Europa a cargo del planeta
en sus intentos de destruir las civilizaciones más armoniosas. El avance
tecnológico occidental, coloreado con sus cosmologías dicotómicas, no
es suficiente para combatir el cambio climático. Mi argumento aquí es que
los pueblos indígenas no son solo víctimas de la excesiva concentración de
la riqueza y los privilegios en el mundo, sino que figuran como una parte
clave de la solución a la triple crisis del planeta. Representan una agencia
crucial en cualquier civilización pos-capitalista y en la comunidad política-
epistémica propuesta aquí para poder ofrecer una alternativa a la creciente
distopía del planeta.
El papel del consorcio de los pueblos indígenas en una iniciativa subglobal
debe ser la planificación, la inteligencia y la contribución de su visión del
mundo en el proceso anual de fijación de objetivos y la evaluación de los
mismos, no únicamente para contener el calentamiento climático sino
para idear cómo hacer funcionar una sociedad humana sin emisiones de
carbono.
Insisto en este papel creativo porque los campesinos indígenas jugaron
un papel contestatario arrancando las raíces podridas del feudalismo, que
permitió el nacimiento de las democracias modernas restrictivas que han
marcado nuestra ruta a la triple crisis financiera/energética /climática.
La tesis de Barrington Moore en su obra clásica Orígenes sociales de la dictadura
y la democracia: señor y campesino en la creación del mundo moderno (1993) cobra
94 Charles Mann, 1491: New Revelations for the Americas Before Columbus (Nueva York: Vintage Books,
2006), 104.