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Revista Eutopía, año 1, núm. 2, julio-diciembre 2016, pp. 113-180, ISSN 2518-8674 

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Planetaria

arquitecturas

 

energéticas

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climáticas

2. La articulación de la triple crisis: la coyuntura de las 

arquitecturas energéticas-climáticas fracasadas

En la sección anterior vimos de forma escueta cómo la triple crisis se 
inserta en la historia de los ciclos del capitalismo y en particular el papel 
de la naturaleza en esa crisis energética-financiera-climática. Aquí quisiera 
abordar cómo la triple crisis se desenvuelve en las arquitecturas energéticas-
climáticas desde Kioto hasta París.

En septiembre de 2015, todas las naciones hicieron fila para firmar los 
nuevos objetivos del desarrollo sostenible. Trágicamente estos objetivos 
solo representan una serie de recetas para vender la imagen de un 
capitalismo más verde, una pieza clave de la revolución pasiva del medio 
ambiente. El anuncio del G-7 de «un mundo sin emisiones de carbono a 
finales de siglo» (The Guardian, 8 de junio de 2015) fue el punto culminante 
en la historia del cinismo. Tres meses antes de la firma de los Objetivos de 
Desarrollo Sostenible aparecen como otra máscara para justificar el ritmo 
de tortuga de ese verdeado del capitalismo. Si nuestro análisis sobre la 
aparición y el desarrollo del capitalismo es correcto, su ADN hace imposible 
al capitalismo verdearse. Los «acuerdos» proclamados en París dentro de 
la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático 
(CMNUCC), en la COP 21, el 12 de diciembre de 2015, fueron el acto 
final de ostentación jactanciosa de las recetas para asegurarnos que «todo 
está bien». Demasiado tarde y sin metas a corto o mediano plazo, el G-7 y 
el Acuerdo de París continúan esquivando la cuestión de las arquitecturas 
energéticas-climáticas eficaces. En lugar de un desarrollo sostenible, el 
conjunto de objetivos garantizan que el planeta continúe su viaje hacia la 
extinción de nuestras sociedades como las conocemos, la reducción radical 
de la diversidad de especies y del tamaño de la especie humana.

El fracaso de los acuerdos de Kioto COP 3, firmados en 1997, hechos 
efectivos sin el apoyo de EE. UU. de América en el año 2005 y el 
estancamiento de los Acuerdos de la COP 15 de Copenhague, entre 
2009 y 2011, dejaron nuestro planeta, durante el periodo 2002-2011 con 
los índices más altos de incremento de la concentración de CO

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 en la 

atmósfera, con una tasa promedio de 2.0 ± 0.1 ppm (partes de dióxido de 
carbono por millón)  año-1. Para el año 2012, las lecturas del calentamiento