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Revista Eutopía, año 1, núm. 2, julio-diciembre 2016, pp. 51-109, ISSN 2518-8674
También se ofreció evidencia de que la política agraria examinada, basada
en los postulados del Consenso de Washington, fue el resultado de un acuerdo
entre el Estado y un actor de la sociedad. En otras palabras, el interés
privado fue elevado a interés general.
Los empresarios organizados en la Cámara del Agro y el Consejo
Agroindustrial han tenido un lugar privilegiado para construir la política, lo
cual quedó revelado en el análisis comparativo que mostró las coincidencias
entre ambos documentos. A continuación, se enumeran algunas:
• En los diagnósticos de la situación destacan los excesos
intervencionistas del Estado y la política de colonización de la
FTN que alentó y profundizó la deforestación, y enaltecen la nueva
política agraria por su coherencia técnica.
• Omiten que hubo crecimiento económico, pero sus beneficios no
redujeron la pobreza.
• Olvidan el peso de la estructura agraria en la concentración del
ingreso, en la desintegración social del país y en la eficiencia para el
uso sostenible de la tierra.
La influencia de un actor para definir el contenido programático de la
política agraria es inadmisible bajo la visión de gobernanza expuesta en
el marco conceptual de las políticas públicas. Lo más irónico es que esta
inaudita institucionalización de los intereses del sector privado ocurrió en
un contexto de discusión participativa de la política agraria y sectorial.
Desde el punto de vista de generar condiciones de vida digna para las
mayorías rurales que viven en situaciones de extrema pobreza y pobreza
general, la efectividad de la política agraria es un asunto crucial. Para este
fin, dicha política se limitó a seis programas
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que absorben los pocos
recursos –0.4 % del PIB– destinados para afrontar la problemática agraria
y el desarrollo rural.
48 Los seis programas priorizados por el MAGA son: i) acceso a tierras, ii) certeza jurídica;
iii) distribución de fertilizanes; iv) desayunos y almuerzos escolares; v) apoyo financiero al sector
cafetalero; y vi) asistencia alimentaria.