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Revista Eutopía, año 1, núm. 2, julio-diciembre 2016, pp. 3-49, ISSN 2518-8674
raciales que marcan las sociedades en el sur, donde la clase no representa
el significante predominante para la formación de identidades colectivas.
En muchos casos, incluso la coherencia como nación es puesta en duda
por el nivel de complejidad demográfica. En los contextos europeos se ha
planteado el argumento de que la evolución de la mayoría de los Estados
estuvo marcada por la homogeneización de identidades (entre otras por
la imposición de idiomas comunes, religiones, monedas y sistemas legales
en territorios designados)
91
. Sin embargo, este argumento no aplica para el
sur global. En dicho contexto y en la mayoría de situaciones, los procesos
de formación del Estado fueron inducidos externamente o por élites,
engendrando así una fuerte jerarquización de la sociedad. Estas jerarquías
a menudo coinciden con las amplias brechas raciales constituidas a lo largo
de siglos entre las élites coloniales y los subalternos, y están reflejadas en
la distribución del poder económico y político
92
. Académicos decoloniales
como Lander han enfatizado que incluso en la América Latina del presente,
los Estados en muchos casos «continúan siendo Estados coloniales mono-
culturales en sociedades heterogéneas y pluriculturales»
93
.
La idea de que los actores y grupos subalternos tienen un rol que jugar en la
democratización ha sido reforzada por un segundo campo de literatura que
se enfoca en los movimientos sociales y la acción colectiva. La atención a la
acción colectiva fue revitalizada en el curso de los años sesenta para llenar
un vacío que dejaron los abordajes de la Escuela de Comportamiento
Colectivo y la investigación enfocada en el funcionalismo estructural, los
cuales no lograron explicar adecuadamente las protestas y movilizaciones
en Estados Unidos y Europa de aquellos años. A pesar de las similitudes
en los movimientos en sí, se pueden identificar diferencias en términos del
abordaje metodológico y del enfoque de investigación entre los académicos
de Europa y América del Norte
94
.
Autores estadounidenses, como Oberschall, y como Zald y McCarthy
95
, se
enfocaron predominantemente en la cuestión de «cómo» los movimientos
91 Charles Tilly, Coercion, Capital and European States, AD 990-1992 (Oxford: Blackwell Publishing, 1990).
92 Centeno, Blood and debt, 150.
93 Lander, «The State in the Current Processes of Change in Latin America», 74.
94 Graeme Chesters y Ian Welsh, Social Movements. The Key Concepts (Londres: Routledge, 2010).
95 Anthony Oberschall, Social conflict and social movements (Englewood Cliffs, N.J.: Prentice Hall,
1973); Mayer Nathan Zald y John David McCarthy, Social Movements in an Organizational Society.
Collected essays (New Brunswick: Transaction Books, 1987).