12
U
niversidad
r
afael
l
andívar
v
icerrectoría
de
i
nvestigación
y
P
royección
Revista Eutopía, año 1, núm. 2, julio-diciembre 2016, pp. 3-49, ISSN 2518-8674
Si la oposición amenaza la estructura de mando vertical de las Fuerzas Armadas,
la integridad territorial del Estado nacional, la posición del país en las alianzas
internacionales o los derechos de propiedad, que subyacen a la economía
capitalista, o si la violencia se generaliza, entonces incluso los actores de regímenes
autoritarios blandos concluirán que los costos de la tolerancia sobrepasan a los de
la represión
27
.
De esta manera, estos académicos promueven partidos políticos
moderados en lugar de movimientos sociales, sin tomar en consideración
cómo esto podría influir en las características del orden postransicional.
Al hacerlo, no logran anticipar cómo estos partidos políticos contribuirían
a la desmovilización de considerables sectores de la sociedad, lo que ha
caracterizado a varias democracias postransicionales
28
.
De hecho, prominentes representantes de la literatura de transición como
O’Donnell
29
admitirían más tarde que los resultados de las transiciones en
muchos casos no pueden ser clasificados como democráticos. La euforia
de las transiciones pronto dio lugar a un reconocimiento de que estos
Estados en muchos casos no superaban el criterio mínimo de procesos
electorales. A pesar de que las elecciones fueron inicialmente consideradas
como un mecanismo para inyectar una rutina democrática y motivar la
consolidación del régimen de derechos, distintos autores han señalado
patrones contradictorios. Varios procesos transicionales llevaron a una serie
de regímenes ambivalentes que evidencian elementos asociados con formas
autoritarias de gobierno. Entre sus características se encuentran: un Estado
de derecho débil; garantías inadecuadas de los derechos civiles, económicos
y sociales; altos niveles de desigualdad e instituciones débiles con controles
deficientes de supervisión sobre las funciones administrativas del Estado;
así como bajos niveles de legitimidad de los gobiernos respectivos
30
.
27 ibid., 27.
28 Nancy Bermeo, «Rethinking Regime Change», Comparative Politics 22, núm. 3 (1990): 359-377;
Della Porta, Can Democracy be saved?
29 Guillermo O’Donnell, «Illusions about Consolidation», Journal of Democracy 7, núm. 2 (1996): 34-51.
30 Véase, por ejemplo, O’Donnell, «Illusions about Consolidation», 34-51; Guillermo O’Donnell,
«Polyarchies and the (Un)Rule of Law in Latin America: A Partial Conclusion», en The (Un)Rule
of Law and the Underprivileged in Latin America, editado por Guillermo O’Donnell y Paulo Sergio
Pinheiro (Notre Dame, Indiana: University of Notre Dame Press, 1999), 303-337; Guillermo
O’Donnell, Democracy, agency, and the state: theory with comparative intent (Oxford: Oxford University
Press, 2012); Larry Diamond, Developing Democracy; Larry Diamond, «Thinking about Hybrid
Regimes», Journal of Democracy 13, núm. 2 (2002): 21-35; Waldo Ansaldi, «La democracia en
América Latina, un barco a la deriva, tocado en la línea de flotación y con piratas a estribor.
Una explicación de larga duración», en La democracia en América Latina, un barco a la deriva, editado