220

U

niversidad

 r

afael

 l

andívar

v

icerrectoría

 

de

 i

nvestigación

 

y

 P

royección

Revista Eutopía, año 1, núm. 1, enero-junio 2016, pp. 217-228

Valorando que los pueblos originarios, las comunidades indígenas y campesinas 
así como las mujeres, hemos sido garantía y trinchera fundamental para el cuidado 
y administración para el uso común del agua y los frutos de la Madre Tierra, 

Reafirmando que el interés común y los distintos derechos individuales y 
colectivos, así como los de la Madre Tierra, están por encima del capitalismo que 
prioriza la ganancia, la explotación, el saqueo y la destrucción de las aguas, los 
territorios y la Madre Tierra,

Reconociendo que todos los animales y las plantas, el ser humano, la Madre 
Tierra y todos los seres tenemos derecho a la vida, por lo cual merecemos respeto, 
cuidado y armonía, como condición para que construyamos relaciones justas, de 
equilibrio y en igualdad de condiciones

Considerando que los pueblos originarios de Iximulew, buscamos mantener una 
relación armónica y equilibrada con la Madre Tierra.

Reconociendo que desde la cosmovisión de los pueblos originarios, la Madre 
Tierra es considerada como Sujeta de Derechos, en tanto ser vivo y dadora de 
vida, y los seres humanos, familias, comunidades y pueblos debemos asumir, 
reconocer y respetar,

Afirmando que la Madre Tierra se integra por los seres humanos, animales, plantas, 
minerales, agua, aire y otros elementos que deben de mantener relaciones de 
equilibrio, respeto y armonía, 

Definiendo el territorio como un espacio y tiempo vital donde creamos y recreamos 
nuestra identidad, cultura, economía y cosmovisión para nuestra reproducción 
y relación con el universo, con la Madre Tierra, con los animales y las plantas, 
los ríos y lagunas, lagos y mares y entre nosotros como seres humanos, como 
los conocimientos y lugares sagrados, la diversidad de dones, como los guías 
espirituales y terapeutas tradicionales; las personas que lo habitan y la memoria 
histórica,

Considerando que el agua es la sangre en las venas de nuestra Madre Tierra sin 
la cual los seres humanos, animales y plantas estamos condenados a la muerte 
y desaparición,