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Revista Eutopía, año 1, núm. 1, enero-junio 2016, pp. 179-213
la nacionalidad de la étnia de pertenencia de la ciudadanía del Estado en el que
la étnia participa como entidad política federada. Claro está que esta distinción
no es necesaria para los casos en que las fronteras (geográficas) del Estado
se traslapan con las (lingüísticas) de la nación, tal como sucede en el caso de
Polonia.
3.2 A. LA COMUNIDAD MAYANCE: UNA NACIÓN MULTIETNICA?
La “Teoría de las Pequeñas Nacionalidades” considera como nación a toda
comunidad que presenta un carácter histórico propio, y sobre todo, que presente
una lengua autónoma y común entre sus miembros ya que hay consubstancialidad
entre lengua y nación. No puede haber nacionalidad sin idioma propio ni lengua
que no implique nacionalidad, es decir que la lengua es a la vez productor y
producto de nacionalidad. Ya se dijo que esta caracterización de principio del
hecho nacional es correcta.
Sin embargo en Guatemala, no puede aplicarse a ciegas esta tesis de la
reciprocidad entre lengua y nación a causa del fenómeno colonial que se vive.
No se puede decir a ciencia cierta que como hay 23 lenguas, seguramente deben
haber 23 naciones porque el hecho colonial ha favorecido la autonomía y la
dialectización de los idiomas mayances. En efecto los fraccionamientos artificiales
y aislamientos municipales, departamentales causados por la administración
colonial, hicieron que los idiomas mayas se distanciaran fonológica, lexical y
gramaticalmente unos de otros. Hicieron también que empezaran a fragmentarse
internamente, es decir, a dialectizarse. Se asevera esto porque los aislamientos
favorecen la evolución autónoma de las lenguas y se sabe que el aislamiento
de los pueblos indios entre sí, duró más de 400 años ya que empezó desde la
llegada de los españoles hasta la modernización del capitalismo (hasta Justo
Rufino Barrios 1871, y Jorge Ubico 1944). Es por eso que ahora la “distancia”
entre el Kí-ché, Tzutuhil, y el Cakchiquel es más pronunciada que antes por la
falta de interelación. Es por eso también que el Kakchiquel se haya subdividido
en central del norte y del sur, así como el Kí-ché en Sipacapeño, Sacapulteco,
Chichicasteco, etc. hasta fragmentarse en ocho dialectos. Mayor autonomía, pero
sobre todo mayor dialectización fueron las consecuencias del aislamiento de
origen colonial. En virtud de lo anterior, la actual fragmentación lingüistica no es el
reflejo mecánico de la fragmentación natural del pueblo Maya en nacionalidades,
ya que es también consecuencia del fenómeno colonial experimentado y no solo