189

M

oviMiento

 i

ndio

 t

ojil

-M

ayas

G

uateMala

de

 

la

 R

epublica

 b

uRGuesa

 c

entRalista

 

a

 

la

 R

epublica

 p

opulaR

 F

edeRal

Revista Eutopía, año 1, núm. 1, enero-junio 2016, pp. 179-213

la sociedad guatemalteca, la percibe y enjuicia según como le vá en ella. Para él, 
la “nación guatemalteca”, en el sentido de comunidad, no existe, y si existe, no la 
considera suya, ni se siente incluida en ella, pero sí se considera su víctima. 

Actualmente, hay varios indios “estudiados” que abordan también al pueblo 

indio en los mismo términos que el colonizador y que repiten los mismos errores: 
Escamotear su naturaleza política, y reducir todo el hecho nacional a uno de 
sus aspectos (la cultura, la historia, la lengua, etc.). Estos proceden así, porque 
han asimilado plenamente la interpretación colonial burguesa de la realidad 
guatemalteca y porque se comportan como buenos productos de la colonización. 
No es nada extraño entonces que a estos intérpretes los encontremos sobre todo 
en las categorías más “instruidas cientificamente” por el colonizador (estudiantes, 
profesionales, etc.); y en aquellos cuya bonanza económica depende del buen 
estado de sus relaciones con la burguesía y Estado ladinos (comerciantes, 
funcionarios, etc.).

Este tipo de interpretación se encuentra también en algunos indios 

revolucionarios que han sufrido su respectiva dosis de influencia en alguna de 
las corrientes marxistas. Efectivamente, entre las corrientes del marxismo hay 
algunas que niegan completamente la existencia de la realidad nacional, en 
consecuencia, niegan la existencia de indios y ladinos. Estas corrientes buscan 
destruir sistematicamente cualquier manifestación de las diferencias étnicas entre 
los hombres, argumentando que son de origen burgués. Para estos ortodoxos, 
la civilización Maya: el calendario, la lengua Kí-ché, la cosmogonía Kek-chí, las 
costumbres en general, etc., son todos originados por el capitalismo, y por lo tanto 
hay que arrazar con ellos. Hay sin embargo, otras corrientes del marxismo que 
no niegan la existencia de diferentes etnias pero que tampoco han pasado de 
abordar al pueblo indio en términos de “cultura oprimida” y de raza “discriminada”. 
Claro que pecan todavía de parcialidad porque la especificidad cultural sólo 
es un atributo de toda nacionalidad, entonces no se le puede considerar como 
representante o representando al todo (se tomaría a una de las partes por el todo). 
Así mismo, la opresión cultural sólo es una faceta de la opresión nacional, y en 
consecuencia, no se le puede considerar como fenómeno aislado. De la misma 
manera, la discriminación racial es un efecto directo del fenómeno colonial, por 
lo que no puede ser considerada como forma específica de opresión. Tampoco 
puede ser utilizada como coartada para escamotear la situación colonial y negar 
a los pueblos Mayas su condición de colonizados. Porque la discriminación sólo