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Revista Eutopía, año 1, núm. 1, enero-junio 2016, pp. 161-173

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realizar el pensamiento si se cumpliese con exactitud lo dispuesto por el legislador; 
pero el procedimiento por sí solo sería tardío y para hacerlo mas breve se hace 
uso del mismo tiempo de otras indicaciones que le prestarán un valioso concurso. 
Lo que principalmente se necesita es perseverancia en la obra: la gota continua 
horada la peña: el golpe constante del martillo da forma al hierro: la labor escolar 
no interrumpida, auxiliada por el celo de las autoridades y por la abnegación de los 
ciudadanos, transformará á los indios, menos duros que el hierro y que la peña.

Cuando esto se consiga: cuando nuestras repúblicas tengan hombres en vez 
de fieras ó de bestias de carga, ciudadanos en vez de parias: cuando nuestros 
campos, hoy poco menos que desiertos, florezcan y prosperen al impulso de un 
cultivo inteligente, y las chozas miserables que hoy le afean se conviertan en 
bonitas habitaciones que, aunque modestas, revelen gusto y bienestar: cuando 
oigamos en todas partes la voz al mismo tiempo severa y cariñosa del maestro, y 
el rumor de los niños en la escuela parecido al de las abejas en la colmena: cuando 
se ahuyente para siempre de nuestros países el espectro de las revoluciones, 
y sólo deje ver su santo olivo la diosa de la paz: podrán decir con orgullo los 
que tal emprendan y consigan: “Hemos hecho una obra buena: hemos abierto 
una ancha puerta á la beneficencia: hemos regalado millones de hombres á la 
América: hemos completado la obra del Descubrimiento: hemos ensanchado el 
límite de la humanidad”.