Revista Eutopía, año 1, núm. 1, enero-junio 2016, pp. 157-159

A PROPÓSITO DEL “PROYECTO PARA CIVILIZAR Á 

LOS INDIOS DE AMÉRICA”

Corría el año de 1892 y se preparaban las festividades para la 
conmemoración del IV Centenario del Descubrimiento de América. En 
Madrid se celebró la “Exposición Histórico-Americana”, en la que participó 
Guatemala con una instalación en la cual, a juzgar por la descripción que 
hizo el delegado del Gobierno de Guatemala, sobresalían los tejidos y las 
artesanías de manufactura indígena

1

. En el marco de la celebración del 

centenario, el presidente José María Reyna Barrios convocó a participar en 
un concurso para “obtener una exposición razonada del mejor sistema que 
convenga adoptar en la República, atendidas sus especiales condiciones, 
para lograr el mayor avance de la civilización de los indígenas, en más breve 
término, sin violencias y con la mayor economía de gastos”

2

.

La idea de “civilizar a los indígenas” no era nueva. Baste recordar otro 
concurso, realizado por la Real Sociedad Económica de Guatemala en 
1796, que persiguió fines similares

3

. Sin embargo, en las postrimerías del 

1 “Informe acerca de la instalación de Guatemala en la Exposición Histórico-Americana que se 

celebró en Madrid para solemnizar el centenario del descubrimiento de América”, El guatemalteco, 

tomo XXIII, N° 4, 17 de mayo de 1893, 23-26.

2 Decreto núm. 451, 10 de octubre de 1892. Recopilación de las leyes de la República de Guatemala, 

1892-93, tomo XI (Guatemala: Encuadernación y Tipografía Nacional, 1894), 263.

3 La Real Sociedad pretendía una demostración de las ventajas que obtendría el Estado si los