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Revista Eutopía, año 1, núm. 1, enero-junio 2016, pp. 135-139

amplio de derechos, tanto individuales como sociales, es lo que 
caracteriza a esta Constitución que, aunque solamente estuvo 
vigente por diez años, influyó considerablemente en el sistema 
político guatemalteco y continúa haciéndolo. 

En una época como la actual, en que cada vez se plantean 
más propuestas para refundar el Estado a través de reformas 
constitucionales, nuevas instituciones, mayor democracia y 
transparencia, esta investigación es de gran importancia para 
conocer los obstáculos y limitaciones que existieron en la 
Constitución de 1945, y cómo se pudo trascender el sistema 
antidemocrático que había predominado por muchos años 
para avanzar hacia un modelo más democrático, inclusivo y 
social.

El enfoque general del libro es histórico-jurídico, pero no se 
limita a analizar fríamente el articulado de la Constitución de 
1945. Por el contrario, centra su atención en el proceso que 
condujo a la creación de dichas normas, reflejadas a través de 
las discusiones, controversias y acuerdos que se dieron en el 
seno de la Asamblea Nacional Constituyente. Para el efecto, 
el doctor García Laguardia recurrió a una gran cantidad de 
material bibliográfico, pero sobre todo, utilizó una fuente de 
gran valor histórico: las palabras de los propios constituyentes. 
Esto lo hizo a través de dos medios: el Diario de Sesiones 
de la Asamblea Nacional Constituyente y el cuestionario que 
respondieron varios exconstituyentes años después de los 
sucesos. El uso de estas fuentes le da a la investigación un 
fundamento histórico único, haciendo que la obra sea de gran 
valor, prestigio y credibilidad. 

Somos una sociedad compleja que históricamente se ha visto 
dividida en bandos antagónicos. Es de gran importancia ver 
cómo, en 1945 –a pesar de los antagonismos que pudieron 
existir–, eventualmente se lograron alcanzar consensos en 
beneficio, no de determinada facción o partido, sino del 
bienestar general, es decir, el bien común. Esto es algo que