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Revista Eutopía, año 1, núm. 1, enero-junio 2016, pp. 93-106

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la interpretación de la historia a partir de una dialéctica completamente 
crítica del pensamiento reconciliador de Hegel y los pensadores marxistas. 
La dialéctica desde Benjamin es radicalmente distinta porque parte de la 
negación de la dominación y de su forma de interpretar la historia. La relación 
de la dialéctica benjaminiana con el pasado no es más una constatación 
de eventos ordenados linealmente sino más bien la actualización de las 
luchas de la liberación del pasado. Al contrario de una filosofía sistemática 
del progreso, la dialéctica en Benjamin se lanza como un esfuerzo para 
detener el progreso, mientras que represente la intensificación histórica 
de la dominación del hombre por el hombre. Veamos pues bajo qué 
argumentos críticos, la dialéctica benjaminiana prepara una nueva relación 
del ser humano con su pasado. 

En Benjamin, la historia de la humanidad puede concebirse como un 
continuum de dominación. La idea de una historia universal conlleva la 
homogeneización del tiempo y la generalización del poder. Sin embargo, 
el dolor, el hambre y la muerte nos impiden la concepción progresiva 
y unilateral en tanto que historia universal. Luego, la historia que nos 
concierne no es aquella mostrada y narrada por los vencedores, sino 
aquella que ha negado el continuum, es decir, los seres humanos que han 
hecho una discontinuidad de la historia de los dominantes

17

. La dialéctica 

que parte desde los oprimidos no puede bajo ninguna circunstancia 
concebir su movimiento, su lucha, de la misma manera que la historia lineal 
establecida por los vencedores. La historia como discontinuum no implica la 
perspectiva victoriosa y sintética del progreso. Al contrario, la historia de 
la humanidad negada no puede considerarse a través de saltos, negaciones 
y discontinuidades. 

Las discontinuidades son todos aquellos momentos en los cuales los seres 
humanos han luchado por cambiar el mundo, una lucha contra el destino. 
El discontinuum representa un “relámpago” en medio de las penumbras 
de la historia de la dominación. En el relámpago existe un “instante de 
humanidad”

18

 que debe ser salvado del olvido, ya que guarda en sí la 

17 “El continuum de la historia es el de los opresores. Mientras que la representación del continuum 

desemboca en la nivelación, el del discontinuum está en la base de toda tradición auténtica”. 

Walter Benjamin, “Paralipomènes et variantes de Sur le concept de l’histoire, en Écrits francais 

(Paris, Gallimard, 2003), 450.

18 ibid., 444.