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Revista Eutopía, año 1, núm. 1, enero-junio 2016, pp. 71-91

3. Sociología versus economía política

En esta creación educativa se refleja de manera especial el optimismo 
culminado de la etapa ilustrada, el culto a la ciencia, la evocación de la 
industria como el futuro salvador de la civilización, la exaltación de la idea 
de progreso… ¡Son pocos los momentos en la historia de la ciencia en 
que tantos factores confluyen de forma tan directa y potente para dejar 
una huella imborrable! Cortés, él mismo empujado a dar una definición 
necesariamente exaltada de la encarnación de la mentalidad politécnica, 
establecerá que:

 De la institución emanaba un claro espíritu sintético, sincrético, práctico, fáustico/
mefistofélico, pragmático, constructivista, determinista, unificador, universalista, 
consiliente y esencialmente fisicalista (…) el pensamiento que florece en la École 
Polytechnique
 (…) era una segunda Ilustración, una segunda Enciclopedia, esta vez 
acusadamente fáustica y extrema: creación de dictaduras pedagógicas, sociedades 
jerarquizadas en base a la lógica de la producción, equiparación de la ciencia a una 
experiencia religiosa (…)

37

.

Por primera vez hizo su aparición, en el entorno educativo de la Politécnica, 
el especialista técnico al que –observa Hayek– “se le considera ilustrado 
porque ha pasado por escuelas difíciles, pero que nada o muy poco 
conoce acerca de la sociedad, su vida, desarrollo, problemas y valores, y 
que sólo el estudio de la historia, la literatura y el lenguaje puede dar”. La 
formación de los politécnicos está centrada en las aplicaciones prácticas 
de la ciencia y del conocimiento, y a “ese espíritu sintético, que no 
reconoce sentido alguno a lo que no puede construirse deliberadamente 
[…] vino a añadirse, y con el tiempo a reemplazar, el ardor revolucionario 
de los jóvenes politécnicos”. Este convencimiento, militante, de que 
existe solución práctica para cualquier tipo de problemas, incluyendo 
los políticos, religiosos y sociales, confiere ese halo creyente, religioso e 
ilimitado a la mentalidad politécnica, que resulta especialmente sugerente 
cuando de la reorganización social se trata.

37 ibid., 63. El “espíritu fáustico/mefistofélico”, así como el “espíritu prometeico”, que aquí se 

relacionan continuamente con la mentalidad ingenieril de la Politécnica, evocan una actitud 

osada, arriesgada y desafiante, que son los rasgos más característicos de los dos mitos a los que 

aluden.