83

D

el

 

positivismo

 

francés

 

y

 

la

 é

cole

 p

olytechnique

 

al

 

nacimiento

 

De

 

la

 

sociología

p

eDro

 c

osta

 m

orata

Revista Eutopía, año 1, núm. 1, enero-junio 2016, pp. 71-91

activa en los debates y enfrentamientos políticos que tenían lugar en la 
sociedad francesa de la restauración monárquica, dando lugar a varias 
suspensiones de actividad y a cierres de la escuela. 

Esta formación, positivista, del ingeniero se funda en la convicción de que 
su aprendizaje debe ser especializado y selectivo, muy por encima del que 
se desprende de la actividad industrial o de la tradición gremial y artesanal. 
De ahí el denso contenido científico y técnico de su formación ya que 
“sólo a partir de estos conocimientos se podría acometer la revolución 
social ilustrada desde la ingeniería que planteaba el ingeniero fáustico 
politécnico”

31

. Y de ahí también la protesta de Hayek, porque la enseñanza 

de la literatura, de la gramática y de la historia (habían pasado) a un 
segundo plano, y la moral y la instrucción religiosa estaban, por supuesto, 
completamente ausentes. Pero aunque es verdad que las humanidades 
tenían en la Politécnica una presencia marginal, los positivistas y sociólogos 
surgidos de ese ambiente politécnico supieron trasladar el espíritu ingenieril 
y matemático, marcado por el entusiasmo ante la física newtoniana, a las 
ciencias sociales en sus primeras expresiones prácticas, como los análisis 
demográficos y electorales de base estadística y probabilística. 

Respecto de sus homólogos británicos, los politécnicos presentaban 
varias y notables diferencias. Contra al ingeniero inglés, que no posee una 
formación académica especializada pero que exhibe su preparación práctica 
de forma consustancial con el ritmo de la Revolución industrial (de la que 
es protagonista indiscutible), el ingeniero francés (y, en gran medida, el 
continental), es casi siempre un ingeniero de Estado, un tecnócrata de intenso 
sentido corporativo y siempre vinculado a la acción estatal, sobre todo 
por la construcción de infraestructuras. Otra diferencia era su concepción 
“organicista” (sansimoniana) de la sociedad, privilegiando la producción y 
la organización. Por su parte, los ingenieros liberales se expresaban desde 
una concepción “mecanicista” de su trabajo, apoyándose en el mercado 
como ámbito significativo de la libertad y la democracia. En resumen, para 
los politécnicos franceses la sociedad/democracia era concebida como una 
fábrica, mientras que el pensamiento liberal anglosajón la consideraba más 
como un auténtico mercado.

personalidades fundadoras de la Politécnica: Monge, Berthollet y Laplace.

31 Cortés, La École Polytechnique, 58.