82
U
niversidad
r
afael
l
andívar
v
icerrectoría
de
i
nvestigación
y
P
royección
Revista Eutopía, año 1, núm. 1, enero-junio 2016, pp. 71-91
Supérieur
26
y la École de Santé
27
(1794); y el Institut de France (1795)
asumiría la labor y los contenidos de las reales academias suprimidas dos
años antes
28
. Coloquialmente, la Politécnica era conocida, primero, como
Escuela de Monge, y después como Escuela de Laplace.
Habiéndose producido el colapso del sistema educativo con la Revolución,
la Convención se impuso la tarea de su reconstrucción entera y radical,
fijando a la Politécnica el objetivo genérico de formar ingenieros en todas
las ramas conocidas de la ingeniería (caminos, canales, minas, etc.), así
como de restablecer la enseñanza de las ciencias exactas; todo ello bajo
la influencia del espíritu práctico y positivo del momento, y tomando
como referencia de tradición y prestigio las escuelas de ingenieros ya
existentes. De esta forma, los precedentes de la Politécnica serán la École
de Ponts et Chaussées, creada en 1747; la École Royale du Génie de
Mézières, creada en 1748; y la École de Mines, creada en 1783. Las dos
civiles (Puentes y Minas) se convertirían en ramas de especialización de la
Polytechnique, y la de Mézières
29
se mantendría como la escuela militar por
antonomasia. Aunque en su fundación fue concebida como una institución
eminentemente civil, democrática e igualitarista (de inspiración jacobina),
la Politécnica nunca quedaría del todo fuera de la órbita estatal-militar (con
los alumnos organizados, desde su fundación, en compañías y batallones),
llegando a ser directamente militarizada durante el imperio napoleónico
(1804-14)
30
. A continuación, alumnos y profesores tomaron siempre parte
26 Esta escuela, cuyo objetivo era formar a formadores, popularizaría la nueva denominación de
idéologues aplicada a sus profesores en detrimento del calificativo anterior de philosophes. Napoleón
diría, tras simpatizar con estos ideólogos, que “son doce o quince metafísicos, buenos para ser
arrojados al agua; es una carcoma que siento en mis hábitos”. François Azouvi, “Les belles
années des Idéologues”, Le Monde, 20 enero, 1995.
27 Para las ciencias no aplicadas se creó en ese mismo 1794 (30 de octubre) la École Normale
Supérieur, con la vocación de “formar a ciudadanos ya instruidos en las ciencias útiles, para
aprender con los profesores más hábiles en todos los géneros el arte de enseñar”. En esos
mismos días se creó la École de Santé de París, siguiendo un proyecto de Fourcroy, que también
había intervenido en la creación de la Polytechnique.
28 Es decir, y por orden de antigüedad, Academia Francesa (1635), Academia de las Inscripciones
y Lenguas Antiguas (1663), Academia de Ciencias (1666) y otras dos creadas con posterioridad:
la Academia de Bellas Artes (1816) y la Academia de Ciencias Morales y Políticas (creada en
1795, suprimida al poco y restablecida en 1823). Todas ellas, y alguna más, fueron eliminadas en
1793 por la Convención alegando su elitismo corporativo.
29 La École Royale du Génie de Mézières fue creada en su día para formar a ingenieros militares
expertos sobre todo en fortificación, lo que a su vez recogía el “espíritu” geométrico-militar de
Vauban a través de su obra más significativa, el Corps du Génie Militaire (1675).
30 Tras llegar al poder en 1799, Napoleón elevó a la dignidad de senadores de la República a tres