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Revista Eutopía, año 1, núm. 1, enero-junio 2016, pp. 71-91

Así, la naturaleza se podía ajustar a ecuaciones matemáticas precisas y relativamente 
sencillas. De ahí a la formulación de leyes generales que rigen horizontalmente 
para la política y para la economía sólo habría un paso

22

La reconstrucción de la sociedad tenía que ser, necesariamente, una obra 
de ingeniería, y de ahí la importancia de la Politécnica “como institución 
catalizadora de las grandes reformas sociales que exigía el siglo, y la 
importancia de sus científicos, ingenieros, tecnólogos y sabios en la difusión 
de la nueva ciencia que se estaba definiendo: la sociología”

23

.

Gaspard Monge, principal artífice de esta creación académica, procedía 
de la Académie des Sciences y poseía un extraordinario prestigio como 
sabio matemático y como experto militar. Contó desde luego con el apoyo 
incondicional de influyentes personalidades de la ciencia y la política 
del momento, entre los que destaca Lazare Carnot

24

. Los promotores 

“formaban un grupo de sabios ganados por el jacobinismo y empleados 
directamente como consejeros científicos por el Comité de Salud Pública 
en el marco del esfuerzo de guerra”

25

. Entre los profesores y alumnos de los 

primeros años de la Politécnica figuran destacadísimas personalidades de 
todas las disciplinas científicas (casi todas ellas ya citadas en la espectacular 
relación que Serres hace de los grandes científicos presentes en el París 
de 1800), como Berthollet, Laplace, Coriolis, Fourier, Ampère, Gay-
Lussac, Arago, Cauchy, Volta, Fresnel, Biot, Rumford, Von Humboldt, Le 
Play… caracterizados todos ellos como legítimos y entusiastas herederos 
del espíritu ilustrado y enciclopédico. Con ellos, el centro de gravedad del 
trabajo científico en Francia pasa desde la Académie Royale de Sciences 
(creada en 1666) a la École Polytechnique, así como a la École Normale 

22 Cortés, La École Polytechnique, 61-62. 

23 ibid., 113-114.

24 Lazare Carnot (1753-1823), primera figura de una saga altamente significativa en el momento 

histórico que describimos, era ingeniero militar, habiendo publicado un Essai sur les machines en 

général (1783) que le dio gran prestigio científico. Intervino en política tanto durante la mayor 

parte del periodo revolucionario (con éxitos excepcionales en materia militar, como organizador 

y como estratega) como con Napoleón y también con la Restauración. Es considerado, con 

Gaspard Monge, fundador de la geometría moderna. Famosos fueron también sus hijos: 

Sadi, politécnico, al que se le atribuye la fundación de la ciencia de la termodinámica por su 

famosísimo Réflexions sur la puissance motrice du feu (1824), y, en menor medida, Hippolyte, muy 

vinculado a su hermano y, por tanto, al poderoso círculo de los politécnicos, figurando entre los 

primeros representantes del sansimonismo.

25 Bruno Belhoste, La formation d’une technocratie. L’École Polytechnique et ses élèves de la Révolution au 

Second Empire B. (Paris: Belin, 2003), 75.