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P
royección
Revista Eutopía, año 1, núm. 1, enero-junio 2016, pp. 3-24
otros logos, es indispensable “la deposición de hábitos de pensar y
actuar etnocéntricos”
63
.
c. El diálogo intercultural, además, exige “la disposición a fundar
una nueva dinámica de totalización universalizante con el otro,
basada en el reconocimiento, respeto y solidaridad recíprocos”
64
.
Esta “totalización universalizante” sería el resultado de un proceso
de construcción en convivencia solidaria con la “alteridad y
exterioridad”
65
.
d. Esta totalización universalizante es, a su vez, una “totalidad
dialéctica” que hace emerger la verdad a través del “proceso
discursivo” entre diversos logos. Así, la verdad –su modelo, sus
criterios, etc.– no queda reducida a una determinada tradición
cultural, sino al dinamismo y vicisitudes del diálogo intercultural de
saberes.
e. La “respectividad” se erige como el modelo de intelección. Este
asume la radical apertura de lo real, por lo cual un modo de realidad
es respectivo a cualquier otro, acentuando de esta manera la
“pluriversión de la realidad”
66
.
f. Finalmente, deben tenerse en cuenta las condiciones que hacen
factible la “comprensión de lo que nos es culturalmente extraño”
67
sin anularlo. Estas son: i) “Discutir en un plano de intercambio
cultural”, es decir, allende a cualquier modelo monocultural de
diálogo. ii) Esto conlleva ir más allá del diálogo a nivel conceptual
(propio de la cultura letrada), ejerciéndolo, más bien, a nivel de
las distintas configuraciones históricas de la vida, es decir, “desde
el comercio hasta el culto”
68
, para que el diálogo no se reduzca a
63 ibid., 46. Para esto, una problematización de la comprensión de la filosofía será fundamental. No
podemos asumir los desafíos de la contextualidad con un esquema de interpretación filosófica
que “nos llega en el marco de una empresa de colonización política y religioso-cultural” y que
corre el peligro de convertirse en “un instrumento de domesticación, desarraigo y de desprecio
por lo propio”. Fornet-Betancourt, Interculturalidad y filosofía, 102.
64 Fornet-Betancourt, Transformación intercultural, 46. En otro lugar, agrega Fornet-Betancourt: “la
perspectiva intercultural propone no favorecer de entrada ningún modelo de universalidad, para
buscar un nuevo tipo ecuménico de relación entre las culturas, que acaso lleve a vislumbrar que
la universalidad se hace en y por la solidaridad entre logos” . ibid., 243.
65 ibid., 47.
66 ibid., 49.
67 ibid., 50.
68 ibid., 50.