REVISTA ACADÉMICA ECO

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Conclusiones

Los resultados de la encuesta revelan que la mayoría de las empresas familiares 
analizadas tiene menos de diez años de funcionar, se dedican en su mayoría 
al sector comercio o servicios, son microempresas porque emplean entre 1 y 5 
personas, atienden al mercado nacional y se encuentran en la primera generación.

Dado que la mayoría de empresas tiene muy pocos años de funcionar y que son 
microempresas, aún deben enfrentar los retos que conlleva el crecimiento de la 
familia y de la empresa. El cambio generacional es tradicionalmente considerado 
como la parte crucial para la permanencia de una empresa familiar y su crecimiento.

Con base en la similitud entre los resultados de la encuesta y los resultados del Dinel, 
se infiere que en Guatemala, alrededor del 80 % de las empresas son familiares y 
su aporte al PIB se aproxima al 60 %, como sucede en promedio en América Latina.

Es importante conocer que para el 32 % sí existieron emprendimientos anteriores, 
de las cuales el 39 % cerró. Entre los factores que provocaron el cierre están: 
administración inadecuada, falta de demanda del producto o servicio, el alza de 
costos y desconocimiento del mercado. En ambos se resalta la importancia de 
una adecuada administración como factor principal para el éxito o fracaso de las 
empresas. Además, es importante conocer el mercado y la demanda del producto, 
lo que refleja la importancia del acceso a información adecuada sobre el entorno 
para realizar mejores decisiones y obtener mejores resultados. 

A diferencia de otros tipos de empresa, una empresa familiar cuenta con el factor 
“familia”, lo cual hace su gestión y administración un sistema aún más complejo. 
Mejorar su desempeño e incrementar su participación en los mercados, puede 
tener consecuencias positivas para la economía, por lo que resulta necesario 
generar información oportuna.