REVISTA ACADÉMICA ECO

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en general son quienes lo juegan en igualdad de 
condiciones (Gallegos, 2008).

La intervención del Estado en la economía se 
fundamenta en que el mercado por sí solo no 
produce progreso social. Por ello es necesario que 
el Estado, aplicando el principio de subsidiariedad, 
brinde ayuda a la persona cuando esta no pueda 
ayudarse a sí misma, realizando una política social, 
orientada a buscar el bienestar de la comunidad. 
La aplicación de la política social debe realizarse 
conforme al sistema de mercado (Fundaciòn 
Konrad Adenauer Stiftung, 2011). Por ejemplo, para 
garantizar el acceso de todos a un bien, se debe 
dar un subsidio a quienes carecen de recursos, en 
vez de fijar un precio límite al precio del bien, ya 
que esto interfiere con el mercado. El subsidio es 
consistente con la política social al brindar acceso, 
y con la libertad económica al no interferir con la 
competencia. Además, da libre albedrío a la persona 
para que decida dónde o con quién adquirir el bien.

La ESM es un modelo basado en el sistema de 
mercado y en la intervención del Estado, con el 
propósito de lograr mayor producción y permitir 
que todos tengan igualdad de oportunidad para 
beneficiarse de la riqueza generada.

2. Características

Las dos características básicas son el libre mercado y 
la compensación social. La primera implica libertad 
económica y la segunda participación social.

La libertad económica se manifiesta en libertad 
de producción, de comercio, de consumo, de 
competencia, entre otros. Supone la existencia de 
propiedad privada para que las personas puedan 
disponer de sus bienes o ingresos, con el objeto de 
utilizarlos de la mejor manera posible para generar 
mayor producción en beneficio propio y de los 
demás (Resico, 2011).

La compensación social representa igualdad de 
oportunidades; se manifiesta en la satisfacción 
de las necesidades básicas y la limitación de la 
libertad de mercado cuando produce resultados no 
deseados, esto entre los principales aspectos. La 

satisfacción de las necesidades básicas requiere la 
existencia de un salario de monto suficiente, y de 
prestaciones sociales como seguro de enfermedad, 
desempleo y pensiones (Gallegos, 2008). 

Existe tres principios fundamentales en la ESM: 
libertad, solidaridad y subsidiariedad. El principio 
de libertad se refiere a la libertad económica ya 
mencionada. Incentiva a las empresas a innovar, 
fomentar el progreso técnico, y a competir por 
precios, calidad y otros factores. Por su parte, las 
personas son libres en sus decisiones de consumo, 
ahorro, selección de trabajo, asociación sindical y 
otros aspectos. La contrapartida de la libertad es la 
responsabilidad, lo que significa que se es libre para 
recibir los beneficios, y asumir las pérdidas si fuera 
el caso (Hoegen, 1999). 

El principio de solidaridad se basa en el ser social de 
la persona, sus relaciones y compromisos con otros 
en el apoyo recíproco. Establece que las personas 
deben ayudar a quienes por sí mismos no pueden 
ayudarse, tal es el caso de personas de la tercera 
edad, enfermos, incapacitados y desempleados. La 
ayuda se otorga por el tiempo que sea necesario. En 
el caso de enfermedad o desempleo, la ayuda dura 
mientras existe dicha situación. La solidaridad busca 
garantizar la seguridad social, que la persona sepa 
que cuenta con ayuda en caso de requerirla. Puede 
decirse que busca una especie de seguro social en 
el que yo ayudo a los demás y ellos me ayudarán 
cuando sea necesario. El principio de solidaridad no 
implica eliminar en la persona la responsabilidad de 
valerse por sus propios medios (Gallegos, 2008).

El principio de subsidiariedad implica que si hay 
quien pueda mantenerse a sí mismo y a los suyos, 
debe hacerlo. El Estado debe otorgar ayuda 
cuando la persona no está en dicha condición. 
Este principio también implica que el Estado 
no interviene en el proceso de producción de 
bienes y servicios, excepto cuando nadie lo hace 
y son necesarios, tales como los bienes públicos, 
seguridad, justicia y defensa (Resico, 2011).

Otros principios económicos y sociales, según la 
Fundación Konrad Adenauer Stiftung (2011), son: