FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS Y EMPRESARIALES

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1. Entre el mercado y el Estado

Durante el siglo XX, dos sistemas económicos estu-
vieron vigentes para organizar la producción y dis-
tribución de bienes: el capitalismo y el socialismo. 
El primero se basó en el principio del mercado o 
“mano invisible” como organizador de la actividad 
productiva, mientras que en el segundo, el Estado 
cumplía esta función a través de la planificación es-
tatal. Con la caída del Muro de Berlín en 1989, se dio 
inició al fin del sistema socialista y predominio del 
capitalismo. Sin embargo, el capitalismo es un sis-
tema con fallas; recurrentes crisis económicas, altos 
niveles de pobreza, desigualdad económica y so-
cial, y competencia imperfecta, entre otros (Stiglitz, 
2011). Por lo tanto, ante el fracaso del socialismo y 
las fallas del capitalismo, se promueve la economía 
social de mercado (ESM) como sistema económico 
y/o modelo de sociedad (Rosner, 2009). Esta mode-
lo se creó en Alemania Occidental en 1948 y desde 
entonces ha estado vigente, a tal punto que fue el 
modelo adoptado luego de la reunificación con Ale-
mania Oriental, que era socialista (Hook, 2004).

La ESM combina elementos del capitalismo y del 
socialismo. Del primero adopta el fundamento de 
libre mercado, y del socialismo, la intervención 
del Estado en la economía, con el propósito de 
generar crecimiento económico y progreso social. 
La relación entre competencia y solidaridad es 
redefinida, combina la libertad de empresa con 
el progreso social, sobre la base de una economía 
competitiva (Radke, 1995).

La historia reciente demostró que el libre mercado 
es mejor que la planificación estatal para asignar 

los recursos productivos de una sociedad. También 
demostró que la propiedad privada genera más 
incentivos para producir, que la propiedad colectiva 
o estatal. Ejemplo de ello es el fracaso de los planes 
de producción agrícola en la República Popular 
China durante la década de 1960, que generaron 
hambruna y la muerte de casi 40 millones de 
personas por falta de alimento (Acemoglu y 
Robinson, 2012). Paradójicamente, en 2014, aun 
cuando este país tiene un sistema económico que 
denomina socialismo de mercado, y que combina la 
propiedad privada y estatal con el libre mercado y la 
planificación económica, la República Popular China 
obtuvo cosechas excedentes de trigo, maíz, soya y 
otros granos alimenticios.

La ESM se basa en el liberalismo económico 
respecto a la libertad de mercado, sin embargo no 
considera que el mercado sea infalible o una solución 
a todos los problemas económicos y sociales. El 
liberalismo económico se basa con exclusividad 
en el racionalismo económico, considerando al ser 
humano como un “ser económico” guiado por la 
búsqueda de su bienestar. Por otra parte, la ESM 
considera que el ser humano es racional, pero 
también es un ser social, un sujeto del proceso 
económico y no un objeto más en el mismo. Mientras 
que el liberalismo económico considera que el Estado 
no tiene que interferir en el mercado para que este 
funcione bien, la ESM considera que el Estado debe 
regular el mercado para que funcione bien o imponga 
orden en la competencia (ordoliberalismo). El Estado 
es quien fija las reglas del juego económico y social; 
consumidores, empresas, trabajadores y ciudadanos