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Conversa

Un lugar para cada 

persona

Mgtr. María Nitsch Velásquez

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Seguramente en algún momento del día, por muchos o pocos 
segundos se vio al espejo. La intención de ver su imagen fue 
básicamente verificar que, para usted mismo, 

«

se veía bien

»

A lo mejor en su pensamiento rondó aquello de compararse 
con alguien de su mismo sexo, su misma edad, algún familiar, 
o probablemente con el artista o deportista del momento. 
¿En qué se parecía?, ¿por qué él o ella se ve mejor o peor que 
usted con el mismo corte o color de cabello; o con la misma 
edad y actividad laboral? O por el contrario, se autoafirmó 
felicitándose por lo bien que se ve y se siente; y agradecido 
con Dios y a la vida por lo que hasta el día de hoy, es, tiene y 
logra. ¿Será que la persona que ve caminando a unos metros 
de usted pensará y actuará como usted frente al espejo?

¿Se da cuenta cuán diferente somos todos entre nosotros? 
Eso nos invita a pensar si nos hace más o menos merecedores 
de las mismas o diferentes oportunidades en la vida, en todas 
sus facetas: educación, salud, trabajo, familia, pareja, justicia, 
y cualquier otro espacio que venga a su mente. ¿Cree que 
merece más, menos o igual que la última persona a la que 
saludó verbalmente antes de leer este artículo?

Es muy probable que su respuesta a la última pregunta esté 
encaminada a considerar que todos los seres humanos 

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 Coordinadora académica del profesorado en Educación Inicial y 

Preprimaria del Departamento de Educación de la Facultad de 

Humanidades, Universidad Rafael Landívar (URL).