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Conversa
más allá de una propuesta educativa
o política, será uno con la inclusión
como fundamento de principios de
igualdad y equidad.
La inclusión es un proceso de trans-
formación personal que involucra a
los demás. Requiere de la decisión de
hacer a los otros parte de nuestras
vidas, de tal manera que ellos y no-
sotros nos beneficiemos de esa inte-
rrelación naciente en cada momento
y oportunidad. Tolerar y solidarizarse
con el otro no basta para encaminar la
inclusión. Se requiere de disposición
para un cambio interno en cada uno,
una acción permanente en la vida ha-
cia colaborar en la trascendencia pro-
pia y del otro.
A veces creemos que estos procesos
requieren grandes hazañas personales
y colectivas. Sin embargo, lo que
requieren es del desprendimiento de
ver y velar únicamente por nosotros
mismos, y empezar a buscar los
mecanismos que nos conduzcan a ver
y velar por todos.
La responsabilidad humana que
tenemos, por el hecho de habitar
este mundo, nos hace buscar los
medios para que todos contemos
con la posibilidad de estar mejor, de
transformar nuestro entorno, y que
en el proceso la justicia y la equidad
prevalezcan en la vida y convivencia
de cada persona. El compromiso
aumenta en la medida en que
descubrimos en el otro a una persona
tan humana como nosotros mismos.
La educación, la capacitación, la
convivencia con muchas personas,
con personas diferentes a nosotros,
nos ofrece oportunidades de aprender
sobre nosotros mismos, y sobre ellas.
Al aprender sobre nuestra humanidad
y los seres humanos, crecemos en
nuestro interior como personas. Ese
crecimiento nos permite ver al otro
como uno mismo. Esa visión abre la
posibilidad de generar procesos de
inclusión en la cotidianidad de la vida.
La tarea de cada uno de nosotros es
buscar y descubrir los espacios en los
que aprendemos y contribuimos en
su transformación hacia la inclusión.
El mundo aún aprende sobre el tema.
Aún hay muchos que investigan, di-
señan y proponen teorías, metodolo-
gías y alternativas que nos acerquen
a la inclusión; un estilo de vida que
requiere no solo de la ciencia y la in-
vestigación, sino del nacimiento de la
conciencia en cada persona.
La inclusión es activa, es permanente y
es para todos. Es una transformación
del ser humano hacia la igualdad, la
equidad y la justicia.